Madrid apenas dispone ya de 335 camas libres en las UVIS ante la avalancha de enfermos

Madrid apenas dispone ya de 335 camas libres en las UVIS ante la avalancha de enfermos

Los hospitales madrileños viven como si la capital estuviera en medio de una guerra. Los profesionales sanitarios no dan abasto y el cansancio se empieza a apoderar de ellos después de días de atención a unos enfermos con coronavirus que llegan en avalancha. “Ni en el 11-M vimos algo igual”, cuenta un intensivista de uno de los grandes hospitales de la ciudad. Su hospital no es el peor. En otros la situación es dramática y dentro de horas posiblemente no tengan camas ni respiradores suficientes para atender en las Unidades de Vigilancia Intensiva (UVIS) a unos infectados que crecen en progresión casi geométrica. De hecho, en algunos centros las UVIS periféricas están aguantando a los enfermos como pueden porque esos respiradores empiezan precisamente a escasear. Hace unos minutos, la cifra oficial de afectados en Madrid por el Covid 19 -así se llama el virus- superaba los 2.000, según el Ministerio de Sanidad. La sospecha de los médicos es que puede haber realmente bastantes miles más. Y lo peor es que dentro de unos días se puede incluso multiplicar hasta límites que pocos epidemiólogos habían previsto hace escasamente una semana.

De momento, el parte que está dejando esta “guerra” epidemiológica es desolador. En apenas 20 horas, el número de ingresados en las UVIS ha crecido en 58, hasta situarse en 205 en la totalidad de los hospitales madrileños. La cifra puede parecer pequeña pero el número era hace apenas tres días de 102. Y eso que los médicos tratan de contener la avalancha y reservar camas para lo que está por llegar: una eclosión de casos que irá in crescendo durante la próxima semana, superando claramente las estadísticas de Italia, el otro país europeo golpeado de forma especial por el virus. Con este balance, a la comunidad le quedan apenas 335 camas libres en estas unidades de críticos de las alrededor de 540 de las que dispone. 335 camas aún libres para todo tipo de enfermos, no sólo para infectados por coronavirus. En apenas unos días todas estarán llenas y no habrá sitio para más. La situación es tan terrorífica que los médicos están estudiando incluso la posibilidad de elaborar un protocolo de Triaje para decidir a qué pacientes deben darles atención de forma prioritaria y a cuáles no.

Los nuevos datos de los hospitales en poder de LA RAZÓN son demoledores y verdaderamente dramáticos en algunos de ellos. El Hospital Infanta Leonor de vallecas se lleva la palma. Tiene 18 enfermos ingresados en UCI y todos ellos con respirador. El récord de los centros sanitarios madrileños. No le anda muy a la zaga el Hospital de Torrejón, en donde 13 pacientes están ingresados en la UVI, también con respiración asistida. En donde la situación empieza también a ser muy grave es en el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. En él hay ingresados 10 enfermos en UVI, nueve de ellos con respirador. Hace apenas tres días tenía seis. Fuentes de este hospital aseguran que ha habido “exitus” -fallecidos- que se han acumulado en planta, y que apenas quedan tres camas para necesidades futuras. Otro de los grandes hospitales golpeados por esta oleada pandémica es la Fundación Jiménez Díaz, que ha pasado a tener 12 ingresados en UVI, once de ellos con respiración asistida. Por su parte, el Hospital La Paz, de Madrid, acumula 17 enfermos en esa situación -11 de ellos con respirador- y Villalba un total de nueve. En el Clínico San Carlos la cifra alcanza 9 en total. El crecimiento de estas cifras ha llevado precisamente al Gobierno de la Comunidad de Madrid a planear la utilización urgente de otros lugares para la atención de los pacientes como los propios centros de salud o, incluso, los hoteles.

Los médicos implicados en la atención de estos enfermos aseguran que la mayor parte de los afectados son personas mayores y/o pacientes inmunodeprimidos -con el sistema inmunológico debilitado-, aunque están empezando a atender casos muy graves de pacientes que eran aparentemente sanos, algunos de ellos menores de 50 años, lo que habla bien a las claras del poder infeccioso del virus y de su grave peligrosidad.

Source: A tu salud