Depresión blanca o blues de Navidad: ¿Qué es y cómo superarla?

Depresión blanca o blues de Navidad: ¿Qué es y cómo superarla?

La depresión blanca o blues de Navidad afecta a un buen número de personas. La llegada de esas fechas no siempre es motivo de ilusión, alegría o mágica festividad. En ocasiones, surge en nosotros una melancolía pegajosa, un desánimo constante y una sensación sombría que contrasta con muchos de quienes nos rodean, ávidos por disfrutar estas fechas.

Depresión blanca o blues de Navidad: ¿Qué es y cómo superarla?

Depresión blanca o blues de Navidad: definición, síntomas y tratamiento

La depresión blanca o blues de Navidad define una condición psicológica marcada por el desánimo, la negatividad y el abatimiento durante estas festividades. No todo el mundo se deleita de esas calles iluminadas, de los cúmulos de gente comprando en los centros comerciales o de las canciones navideñas sonando casi en cualquier sitio.

¿Qué síntomas causa la depresión blanca?

Esta condición lleva décadas estudiándose. Investigaciones, como las realizadas en la Universidad de Estatal de Wright en Dayton, en Ohio, nos señalan algo interesante. Es cierto que durante esas festividades el estado de ánimo empeora, sin embargo, el final de las mismas también supone otra fuente de estrés y sufrimiento.

Síntomas cognitivos (pensamientos)

Pérdida total del interés en las fiestas de Navidad. Se consideran inútiles u orientadas solo al marketing.

El pensamiento negativo y catastrófico se eleva.

La persona puede no dejar de pensar en quienes ya no tiene a su lado, en recordar a seres queridos que ya no están.

También se puede hacer balance de la propia vida, focalizándose antes en los malos recuerdos antes que en los buenos.

Aparecen problemas de concentración.

Es común sentir cierta niebla mental, es decir, nos percibirnos más despistados o agotados mentalmente.

Síntomas emocionales

Tristeza persistente.

Estado melancólico, esa situación en que experimentamos añoranza y pesadumbre.

Cambios en el estado de ánimo, como enfados, ataques de ira, rabia, etcétera.

Aparece la angustia psicológica, sensación de que todo va muy mal, de que la falta de esperanza lo inunda cada aspecto de la vida.

Síntomas comportamentales

Nulo interés por celebrar estas festividades.

Malestar al salir a la calle y ver las decoraciones navideñas.

Experimentar estrés al salir a comprar, al tener que realizar cenas y reuniones familiares.

La persona prefiere el aislamiento y la soledad.

Elevado agotamiento.

Cambios en la alimentación (inapetencia o hambre compulsiva).

Alteraciones en el sueño (insomnio o hipersomnia).

¿Cuál es la causa de la depresión blanca o blues de Navidad?

La depresión blanca o blues de Navidad no aparece de manera espontánea con el primer encendido de luces navideñas. Hay causas que la orquestan. Existen, incluso, condiciones comórbidas que la acompañan y que se agravan en este periodo. Conozcamos qué hay detrás de estas realidades.

¿Qué podemos hacer para manejar la depresión navideña?

Esta forma de depresión afecta cada vez a más personas. El hecho más recurrente es vivir solos. En estas situaciones es importante contar con algún apoyo, amigo o asociación con quienes pasar estas fechas. Este es un primer factor que debemos considerar. ¿Qué más ponemos hacer?

No hacer nada si no nos apetece

Comidas y cenas familiares, compras, compromisos sociales, tener que hacer regalos, preparar esto y lo otro… Aprendamos a poner límites y realizar aquello que sienta nuestro corazón. Este es un principio de salud y supervivencia que debemos practicar a diario.

Darnos instantes de calidad

Es posible que estas fechas nos obliguen a cumplir con numerosos compromisos sociales. Ahora bien, más allá de «quedar bien con todos» lo prioritario es «quedar bien con uno mismo». Por eso, lo mejor es darnos tiempo para disfrutar las cosas que nos gustan y que queremos de corazón.

Racionalizar pensamientos

«Todo va a salir mal, este nuevo año será peor que el anterior, esta tristeza me va a matar… » Si tenemos esto en la cabeza, hay que procurar detenerlo. Es momento de racionalizar los pensamientos, de desactivar enfoques negativos, creencias irracionales e ideas que solo nos hacen daño. Cuidemos nuestro diálogo interno.

Los que ya no están no desean vernos tristes

La ausencia de alguien importante puede ser el detonante de la depresión en estas fechas. De ser así, ¿le gustaría a ese ser querido vernos así? Probablemente la respuesta es no. Hay que tratar de estar mejor en su honor.

mejorconsalud

YS

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Source: Informe21