Redacción Meridiano
CARACAS. Con una responsabilidad importante se montará este martes en el morrito por Navegantes del Magallanes el zurdo Robert Zárate, quien logró superar problemas físicos para llegar a esta apertura, en la que su equipo debe vencer a Leones del Caracas, «eterno rival» y colista de la postemporada, si quiere tener opciones de ir a la final.
«Me encuentro ya fuera de peligro, lesión o cualquier cosa que podía preocupar, no fue nada grave e hice un bullpen y ya estoy bastante bien. Se me calmó la molestia, cuando lancé un slider para retirar a Carlos Rivero, el tirón fue fuerte y decidí calmar ese juego para no poner en riesgo la otra salida», comentó al circuito radiofónico de los bucaneros.
La zona afectada fue el cuello. «Es bastante incómodo, es en el cuello cerca del hombro, es de las partes que uno utiliza más para hacer los pitcheos».
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Eso ocurrió en su trabajo del 6 de enero, contra Cardenales de Lara, en el que totalizó 3.1 innings de labor y 56 pitcheos, antes de salir preventivamente. «Quedé listo para mi siguiente apertura contra Leones del Caracas tras el bullpen», destacó.
El duelo tendrá sus riesgos, pues la ofensiva melenuda despertó este lunes, tras vencer 9-6 a Tigres de Aragua y siendo el escenario el de la capital, el iniciador nativo del estado Aragua pretende tomar previsiones. «Hay que salir con lo que uno tiene pero en el estadio Universitario hay que mantener la bola bajita porque allá corre bastante, más que en Valencia», aseguró.
Un gran año
La 2021-2022 está siendo la mejor trayectoria de su carrera deportiva, a los 34 años de edad. El lanzador logró una cifra de siete victorias y efectividad de 3.03 en 29.2 innings de labor, con 0.98 Whip, siendo el más bajo en su recorrido por la LVBP.
Tuvo 15 trabajos, pero tres de ellos solamente ocurrieron en el rol de abridor. «Me mantuve en el año muerto a mi mismo, a entrenar, trabajar y en la parte del control, que fue en la que más me enfoque para lograr lo que pude hacer hasta ahora. Estuve trabajando con mi hermano, Mauro Zárate, que es coach de Leones del Caracas y un trainer amigo de Maracay, ellos estuvieron trabajando conmigo en este tiempo que estuve fuera de la pelota», expresó sobre sus claves.
Su hermano, pitcher que consiguió ser grandeliga en el 2007 y que estuvo recientemente en el rol de calibrar a los escopeteros de Leones, se convirtió en un coach de peso para el Zárate menor. «El más pequeño siempre quiere seguir al más grande, cómo ejemplo, siempre le dije que quería jugar y hacer lo que él hacía. Estuvimos trabajando, enseñándonos lo que es el cambio, que no lo tenía pero estoy enfocado en eso y me ha resultado bastante, para lo que estoy haciendo ahorita».
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Fueron gratos momentos que sirvieron en la carrera de cada uno. «Cuando comenzaba la temporada en Venezuela, él me decía que lo acompañara en Caracas y me quedaba allá con él en todo el torneo, siempre estaba en el terreno, hacíamos trabajo extra temprano, trató de ayudarme para conseguir una firma, estuve con él entrenando y cuando estaba en Venezuela aprovechabámos el tiempo.
Gracias al aprendizaje con Mauro, sumó otro envío a su repertorio. «Recta es mi primer pitcheo, acompañado de un cutter, slider y ahora el cambio de velocidad, que estoy estrenando», dijo el zurdo, que quiere aportar al retorno del «buque» a una final, que no ocurre desde la zafra 2015-2016.
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