El hombre, identificado como William «Wang» Liqiang, fue entrevistado por diarios del grupo australiano Nine, en los que explicó como las autoridades chinas controlan una serie de empresas para financiar operaciones de inteligencia que incluyen la vigilancia de disidentes y la cooptación de grupos de comunicación.

Según su relato, habría participado en operaciones de infiltración contra el movimiento de protesta prodemocrático de Hong Kong y de interferencia en las elecciones de Taiwán -incluidas las presidenciales del próximo enero. También denunció que la inteligencia china tiene tratos con varios donantes políticos en Australia.

Wang se encuentra en Sídney junto a su esposa y su hijo y pidió asilo a Australia, cuyo Gobierno dijo estar examinando las revelaciones.

Sin embargo, un comunicado de la Policía de la ciudad oriental de Shanghái, citado hoy por la agencia oficial china Xinhua, afirma que el supuesto espía en realidad es un condenado por fraude y fugitivo.

Según la información policial, Wang había sido condenado a un año y tres meses de prisión con una sentencia en suspensión de otro año y medio por estafa en su provincia natal de Fujian (sureste) en octubre de 2016.

La Policía shanghaiana asegura que en abril de este año inició una investigación sobre Wang, que supuestamente estafó 4,6 millones de yuanes (653.500 dólares, 592.900 euros) a una persona mediante un falso proyecto relacionado con la importación de vehículos.

Por último, las autoridades chinas afirman que Wang huyó a Hong Kong el 10 de abril utilizando un pasaporte chino y una tarjeta de residencia de Hong Kong, ambos falsos.

Los medios australianos que publicaron las informaciones sobre el caso señalan que Wang dio a la inteligencia de Australia los nombres de los altos cargos del espionaje chino en Hong Kong y expuso «al detalle» cómo Pekín financia y lleva a cabo actividades de interferencia política.

Bajo la dirección de Xi Jinping, el Partido Comunista de China (PCCh) «se infiltra en todos los países en áreas como la militar, los negocios y la cultura para lograr sus objetivos», declaró Wang al Sydney Morning Herald, uno de los periódicos a los que concedió entrevistas.

La Organización de Inteligencia de Seguridad de Australia (ASIO, por sus siglas en inglés), la principal agencia nacional de espionaje, a la que Wang hizo revelaciones, alerta desde el año pasado del aumento de los espías y las interferencias extranjeras a «una escala sin precedentes» en Australia, pero hasta la fecha nunca ha acusado a China directamente.EFE

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