El sistema personalizado de dosificación eleva la adherencia

El sistema personalizado de dosificación eleva la adherencia

La adherencia terapéutica supone uno de los grandes obstáculos de la Medicina y de la Sanidad. Abandonar la pauta de la medicación prescrita no sólo tiene costes en la salud de los pacientes, sino también para el sistema sanitario. En el Foro Sanitario de Adherencia terapéutica y SPD (sistema personalizado de dosificación) celebrado en la casa de LA RAZÓN y con la colaboración de la Fundación Mylan para la salud, los expertos reunidos abordaron cómo esta situación impacta en el SNS y en el tratamiento de los ciudadanos y qué herramientas se pueden poner en marcha para solucionarlo.

El problema lo puso encima de la mesa Javier Anitua, presidente de la Fundación Mylan para la Salud, que comentó que «el envejecimiento de la población dispara la cronicidad, y España es uno de los países más longevos del mundo, y junto a ello se eleva la carga que supone la adherencia terapéutica». Y las cifras dibujan un problema importante: ya que el cumplimiento sólo llega a uno de cada dos pacientes, cada año fallecen 18.000 personas por esto, supone un coste económico superior a los 11.200 millones de euros anuales… Por lo tanto, no es un asunto baladí y sobre el que hay que tomar conciencia ciudadana de sus riesgos y aportar mecanismos como los que han puesto en marcha en el País Vasco. Iñaki Betolaza, director de Farmacia de la Consejería de Sanidad de dicha comunidad, explicó en el foro que «tenemos una serie de programas de ayudas que facilitan el cumplimiento, y en concreto existe el sistema SPD, que pone en relieve una herramienta que sirve para mejorar el tratamiento de pacientes en el domicilio. Cuenta con la integración de la farmacia como un agente más en el Sistema Nacional de Salud (SNS), en un programa pionero».

El Observatorio sobre la Adherencia Terapéutica, que entrevistó a más de 6.000 españoles, concluyó que siete de cada diez personas olvidaban la toma de los fármacos. Ahondar en los motivos y evitarlo es uno de los retos marcados, para evitar que la mitad de la población que padece de forma crónica una enfermedad deje de tomar las pastillas. «Muchas veces los pacientes sentimos angustia, no sabemos si nos tomamos bien la medicación o ante un cambio si podremos hacerlo. O incluso a veces se trata de saber de verdad si nos va a sentar bien, porque como todos sabemos es casi mejor no leer un prospecto», contó Antonio Bernal, presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP). Así, en la clausura del foro, Elena Casaus, directora general de Gestión Económico-Financiera del Servicio Madrileño de Salud, Sermas, identificó este problema «como asunto de salud pública y que hay que abordarlo con un programa estratégico, como lo han hecho en el País Vasco y otras comunidades».

Desde la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), Adela Martín Oliveros, contó cómo trabajan con esta herramienta, de forma trasversal y multidisciplinar, y los beneficios que supone tanto para el paciente como para su cuidador. «Nosotros custodiamos la medicación, la preparamos en unos blísteres especiales que han de recoger periódicamente en la farmacia y que revisamos para saber si todo va correctamente. Hablamos con el médico cuando es necesario y ante cualquier cambio de pauta para que todo esté correcto», explicó Martín.

Los médicos ven en esta herramienta una buena forma de atajar el problema, aunque no todos lo conocen, como reconoció Paloma Casado, miembro del Grupo de Trabajo de Gestión de Inercia Clínica y Seguridad del Paciente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen): «En una encuesta que realizamos de forma voluntaria en la sociedad vimos que se conocía y que muchos médicos aseguraban que sus pacientes tomaban la medicación, aunque eso es ser muy optimistas. Pero lo cierto es que estamos ante un problema multifactorial que necesita canales de comunicación con el farmacéutico reales, que ha demostrado su utilidad en determinados grupos de pacientes». En este sentido, Touriño subrayó que «se necesita ahondar también en las causas del incumplimiento».

Source: A tu salud