El botiquín del VIH en pleno siglo XXI puede presumir de ser uno de los más completos y que más cambios a favor de la calidad de vida, no sólo de la supervivencia, han incluido en los últimos años. Pequeñas modificaciones de las moléculas se reflejan en grandes impactos en cuanto a resultados se refiere. Una de las últimas en llegar es la nueva 4-1, una pastilla única que viene a reforzar las opciones terapéuticas en pacientes con VIH. «No es la primera fórmula de cuatro en uno, aunque sí con fármacos, ya que en otras ocasiones lo que se incluía era un potenciador. La novedad fundamental reside en que se ha sumado un inhibidor de la proteasa, que disminuye la toxicidad y las resistencias y eleva el grado de eficacia», explica José Ramón Arribas, director del Grupo de Investigación de Sida y Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Como explica Eugenia Negredo, médico adjunto en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Fundación de Lucha contra el Sida) y responsable de la línea de investigación sobre complicaciones del VIH y envejecimiento, darunavir –el inhibidor que se suma a cobicistat, emtricitabina y tenofir alafenamida– tiene una elevada eficacia, se tolera muy bien y es además un fármaco con un perfil de seguridad conocido. «Resulta más complicado que el virus se haga resistente a este tratamiento, incluso en pacientes cuyo cumplimiento de la terapia no es la óptima, respecto a lo que puede suceder con otros, cuyas resistencias pueden aparecer antes. Por ello, darunavir asegura una eficacia muy prolongada en el tiempo», apunta Negredo.
Este tratamiento desarrollado por Janssen, una pastilla única basada en darunavir administrada una vez al día, ayuda a alcanzar una carga viral indetectable a la vez que permite una mejor calidad de vida. Esta pastilla está indicada en adultos y adolescentes mayores de 12 años y con un peso de más de 40 kilos. Los resultados proceden de dos estudios en el que ambos especialistas han participado y del que han formado parte 21 hospitales españoles y un total de 276 pacientes.
La edad media de las nuevas infecciones es de 36 años y, gracias a los tratamientos disponibles, los pacientes en terapia tienen una media de edad de 48 y casi la mitad superan los 50, por lo que a la presencia del virus se suman enfermedades asociadas al envejecimiento. Arribas concluye que en España el VIH es «un problema no finalizado, aún queda mucho por hacer, como normalizar el test. Habría que hacerlo en casi cualquier contacto con el sistema sanitario».
Source: A tu salud