Eusebio da Silva, el primer ídolo luso

Eusebio da Silva, el primer ídolo luso

Samuel Aldrey /@SamuelAldrey

Antes de Cristiano Ronaldo, Portugal tuvo otro ídolo: Eusebio da Silva Ferreira. Con este hombre despertó el fútbol portugués, porque desde sus botines fue por primera vez a un Mundial. Y todos en Europa lo sufrieron y lo adoraron.

Eusebio nació en Laurenço Marques, hoy Maputo, capital de Mozambique. En aquella época, en 1942, aquello era una de las muchas provincias portuguesas de ultramar. Pero, el descubrimiento de Eusebio no se dio hasta que se habló de él en una barbería. José Bauer y el entrenador húngaro Béla Guttmann. Bauer le trajo los informes de un chico que juega en Mozambique y él entrenador al verlo que ponía en el informe se trasladó a comprobar si todo era cierto.

La primera impresión y ya al húngaro le gusta: un portento físico con unascualidades técnicas altísimas para un joven de 18 años. Eusebio jugaba en el Sporting Laurenço Marques. Jugaba como interior, poseedor de una gran velocidad y con un disparo tremendo. A los 18 Gutmann se lo llevó cuando aún no había cumplido 19. Dejó en el club 77 goles en 42 partidos.

Su fichaje dio un caso similar al de Di Stéfano y el cuento lo relata Alfredo Relaño periodista de AS: “El Benfica lo hizo volar con un nombre falso, porque el Sporting reclamaba un padrinazgo sobre el Laurenço Marques. Él empezó aentrenar con las águilas, pero al cabo de unas semanas la federación lusa le dio la razón al Sporting y Eusebio… desapareció”, cuenta el cronista.

El Benfica decidió ocultarlo en un hotel de Algarve. Allí estuvo hasta mayo cuando la instancia superior del deporte falló a favor del Benfica y Eusebio volvió a la luz pública. Aunque, en ese tiempo se perdería la final de la Copa de Europa ante el Barcelona en Berna. El Benfica ganó 3-2, en un día de mala
suerte culé.

Su debut con el equipo lisboeta sería después en un partido contra el Santos de Pelé en París. No jugó en el once titular y el partido iba 5-0 a favor del Santos. En la segunda mitad entraría Eusebio por Santana y el joven tardó 20 minutos en hacer un ‘hat-trick’.

Todo acabaría 6-3 con un gol de Pelé, pero todos salieron hablando de una “Pantera Negra” que había presentado el equipo portugués. Y en 1962 el Benfica volvería a repetir la final de Copa de Europa, esta
vez, ante el Madrid. Ganó 5-3 con dos goles de Eusebio.

El Benfica lo tuvo hasta los 33 años y Eusebio aguantó hasta que su rodilla dijo basta. Dejó allí 473 goles en 440 partidos. Luego recaló en varios equipos de México y Estados Unidos en busca de dinero en lugar de gloria. Se retiró a los 36 con un registro de 574 partidos y 581 goles.

 

 

Source: Meridiano