EFE. El delantero Rony, uno de los jugadores más regulares en la campaña del Palmeiras que culminó este sábado con el título de la Copa Libertadores de fútbol, afirmó que desde su llegada siempre vaticinó que escribiría su historia en el conjunto verde de Sao Paulo.

«En mi primera entrevista dije que había venido al Palmeiras para hacer historia y tenía esa seguridad, confianza en Dios, en que iba a llegar el momento», declaró el delantero al final del partido disputado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro y en el que el Palmeiras se impuso por 1-0 a su compatriota Santos.

Un solitario gol de cabeza en el tiempo de reposición del atacante Breno Lopes, que saltó del banquillo de reservas para convertirse en el héroe de la final, le entregó al Palmeiras el título del torneo.

Rony, de 25 años y que llegó el año pasado al Palmeiras proveniente del Athletico Paranaense de Curitiba, se consolidó como el principal hombre en el ataque, principalmente por sus asistencias para compañeros como Luiz Adriano, Willian, el promisorio Gabriel Verón y ahora el consagrado Breno Lopes.

«No desisto y con esta fuerza de voluntad que Dios me da vamos a seguir adelante, estoy feliz y espero hacer todavía más con esta camiseta que tiene mucho peso», destacó Rony de cara al Mundial de Clubes Catar que se disputará en febrero en el país asiático y en el que el Palmeiras buscará el inédito título para su vitrina.

El delantero afirmó también que la campaña del Palmeiras, conducido por el técnico portugués Abel Ferreira, le está «callando la boca a todos, especialmente a los que dijeron que si Palmeiras era campeón iban a salir desnudos en la Avenida Paulista», tradicional punto de encuentro para las celebraciones en Sao Paulo.

El centrocampista y zaguero Felipe Melo, habitual capitán del equipo y que estaba lesionado, consiguió recuperarse para la final y entró en los minutos finales para darle una inyección de experiencia al equipo en el propio terreno de juego y motivarlo para la victoria, que consiguió en las postrimerías.

«El Palmeiras fue dado como muerto, pero es un grupo vencedor. Yo comencé jugando aquí en Río de Janeiro, di mis primeros pasos en el fútbol aquí, pero seré palmeirense hasta la muerte. Comenzar este año con este título es una dádiva de Dios», subrayó el mundialista de 37 años. EFE

Source: Meridiano