A la cuarta llegó la vencida para Dominic Thiem, en histórica final

A la cuarta llegó la vencida para Dominic Thiem, en histórica final

NUEVA YORK. Ha pasado de ser adolescente a adulto en dos horas, lo que ha durado la final del US Open. Han sido tantos años de terminar Grand Slams con lagrimas de derrota, que lo de Dominic Thiem este domingo ha sido como un pacto con la justicia. El austríaco ya tiene eso por lo que llevaba peleando desde hace más de un lustro.

El encuentro, resuelto en un agónico quinto set, terminó siendo más una batalla física y mental que de tenis. Zverev no solo dominó absolutamente los dos primeros sets, sino que en el quinto llegó a servir para ganar la final y sumar su primer Grand Slam, pero las dudas martillearon su cabeza en ese momento y le impidieron cerrar el encuentro, algo que le iba a pasar a Thiem pocos minutos después, cuando servía con 6-5.

Y es que fue en esos momentos cuando las dudas y los miedos se apoderaron de una final entre dos jugadores que no habían ganado ningún Grand Slam. Esa presión la sintieron como nunca antes cuando dispusieron de esa clara opción de ganar la final.

Final épica

Cerró Thiem por 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 y celebró a lo grande su primer Grand Slam, un hito que le llega mucho más tarde de lo que lo ha merecido un jugador que había chocado una y otra vez ante Rafa Nadal, con quien ha perdido dos finales de Roland Garros, y ante Novak Djokovic, con quien perdió la final del último Abierto de Australia.

No lo dejó escapar esta vez, aunque a punto estuvo. Zverev salvó dos bolas de partido en el tie break final, pero ya no pudo con la tercera, la que no olvidará nunca Dominic Thiem y la que le permitió tumbarse en la pista Arthur Ashe, sabedor de que tenía su primer Grand Slam en la vitrina, uno ganado a pulso y en condiciones especiales, sin público, con Nadal y Federer en casa y con la famosa y polémica descalificación de Novak Djokovic.

Triunfo merecido

Pero nada de todo eso empaña el triunfo del tenista austríaco, que ha mostrado un tenis inapelable durante los quince días, que ha sido el mejor y que ha sabido sobreponerse a una situación inicial totalmente inesperada y a un final digno de película, acalambrado, roto y lleno de incertidumbre.

Dominic Thiem ya tiene su ‘major’, su primer trofeo de caza mayor, mientras que Alexander Zverev, que ha disputado su primera final, se marcha orgulloso de Nueva York, aunque triste por haber dejado pasar esta gran oportunidad. Tendrá más seguro. La nueva generación ya gana en las plazas importantes.

Dominic Thiem y Naomi Osaka siempre serán recordados por haber ganado el primer Grand Slam tras el parón provocado por la pandemia del coronavirus.

Source: Meridiano