La emoción de Taylor Townsend, pura y fulgurante, se desbordó tras descargar otra punzante volea para completar su inesperada victoria en el Abierto de Estados Unidos ante Simona Halep, dueña de dos títulos de Grand Slam conquistados en los últimos 14 meses.
Townsend levantó los brazos y gritó «¡Sí!» en dos ocasiones, antes de darse palmadas en el pecho.
Instantes después, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos, se sinceró ante el público en el estadio Arthur Ashe: «Tiene un gran significado. Ha sido un largo viaje. Simplemente no lograba dar el paso».
Abran paso a otra joven estadounidense destacándose en un Grand Slam. Con 23 años, 116 en el ranking y tras haber sorteado la fase preliminar, Townsend celebró la victoria más impactante de una carrera marcada por altibajos. La zurda lo hizo el jueves con un entretenido despliegue de saque y volea, para vencer a Halep, un ex número uno, por 2-6, 6-3, 7-6 (4) en la segunda ronda de Flushing Meadows.
«Ha sido una larga travesía. Muchos enemigos. Mucha gente que dudaba. Llevo escuchando desde hace mucho tiempo que nunca iba a llegar, que no era capaz de consolidarme, de esto o lo otro», dijo Townsend. «Este ha sido un momento enorme, monumental. Ha sido un momento que marca mucho y que me convence que yo puedo ser parte de esto».
Desde hace tiempo se decía que estaba destinada para la grandeza, luego de coronarse campeona de singles y dobles en el torneo de juveniles del Abierto de Australia de 2012. Dio el salto al profesionalismo un año después, tras cumplir los 16, y se abrió paso entre las 100 mejores del mundo siendo adolescente. Pero se fue diluyendo hasta salir del Top 100, presentándose al partido del jueves con marca de 9-16 en certámenes de Grand Slam y de 0-10 frente a rivales Top 10.
Pero Townsend nunca bajó los brazos. Tampoco el jueves, pese a que tenía presente que había todos los seis sets que había disputado previamente ante Halep.
Y supo reaccionar cuando desperdició un par de bolas de partido, una con una doble falta, cuando dispuso del saque para liquidar el partido con el marcador 5-4 en el tercero. Mantuvo el pulso 15 minutos después, cuando Halep, quien se consagró en Wimbledon el mes pasado y era la cuarta cabeza de serie del US Open, quedó a un punto de salir victoriosa al irse arriba 6-5.
«Cuando la enfrenté antes, sólo trataba de meter la bola adentro. Jugaba a no perder«, comentó Townsend. «Hoy jugué a ganar».
Lo hizo subiendo a la red, algo que ya no se ve mucho en el circuito. Se llevó el punto en 64 de sus 106 aproximaciones a la red; Halep ganó 6 de 10. Townsend probó el saque y volea en 61 ocasiones, Halep apenas una.
«Nunca jugué contra alguien que subía tanto a la red«, dijo Halep. «Y falló poco. Fue increíble».
Ahora, Townsend intentará alcanzar la cuarta ronda de un Slam por primera vez. Después de los comentarios agoreros sobre el qué será del tenis femenino estadounidense cuando se retiren las hermanas Williams, las nuevas chicas pisan fuerte ahora, como Coco Gauff (15 años, cuarta ronda en Wimbledon), Sofia Kenin (20 años, venció a Serena Williams en Roland Garros), Amanda Anisimova (17 años, semifinalista en Francia) y Caty McNally (17 años, exigió en tres sets a Serena el miércoles). También están Sloane Stephens (27 años, campeona del US Open de 2017) y Madison Keys (24 años, subcampeona de esa edición).
«Esa es una conversación insignificante», dijo Townsend. «Es cambiante. Cada vez que alguien logra un par de buenos resultados, se les señalada como ‘La Próxima’. ¿Me entienden?», dijo Townsend. «Quizás no lo era. Pero no importa, porque ahora estoy aquí». / AP
Source: Meridiano