Telmo Martín comenzó la semana pasada cerrando las playas de Sanxenxo y la gente puso el grito en el cielo. El alcalde, fiel al espíritu combativo gallego aseguró entonces que la ciudad “ya demostró en 2002 su capacidad de trabajo y movilización para superar la crisis del Prestige”. La llegada de ciudadano desde Madrid para esconderse de la pandemia estaba escandalizando a los sanxenxinos, pero él sabe que el pueblo vive de lo que ofrece a los turistas en gran medida y puso orden en sus calles.

“Todo está bien y existe satisfacción por el cierre de playas que ha se había hecho antes en Sanxenxo”, cuenta el alcalde a LA RAZÓN. Él entiende que la tentación de bajar a sus playas es mucha: “Suele venir mucha gente, por ejemplo a la playa de Silgar, que es urbana y muy apetecible en cuanto sale un poco el sol”. Lo que siempre ha pretendido con este cierre es evitar “el efecto llamada y cortar la propagación del virus”.

El alcalde tiene claro que el tema de los turistas hay que tomárselo en serio, pero no pretender crear alarma: “Hay que ser respetoso con las personas; vivimos del turismo de las personas que tienen aquí segundas residencias”, y que todo habría ido mejor si se hubieran tomado antes medidas por el gobierno. “Hay que ser respetuoso porque estamos luchando por lo mismo, pero ya hablaremos en su momento”. Cuenta cómo en Alemania y en otros países los test empezaron a hacerse antes y lo tienen “más controlado”. Y es que según Martín “los latinos somos un poco descuidados, Después de ver cómo ha empezado de fuerte en Italia, deberíamos haber sido mucho más rápidos”, pero a retranca gallega le dicta que “ahora, lo que no pudo ser, no fue” e insta a todo el mundo a quedarse en su casa para procurar que se controle lo antes posible: “si vivimos de los demás, tenemos que solidarizarnos”.

Source: A tu salud