El Ministerio de Sanidad debería dejar de llamarse así para pasar a denominarse Ministerio de Aves de Paso. La broma no es gratuita ni constituye un burdo intento de denostar a su flamante ocupante, el filósofo y colíder del Partido Socialista Catalán (PSC) Salvador Illa, del que hablan muy bien, por cierto, los que le conocen. Se trata, sólo, del reflejo de la realidad que inquieta a un sector harto de ver que su interlocutor oficial siempre es sustituido por otro cada vez que empieza a comprender sus problemas y necesidades. Los datos son demoledores: en los últimos 24 años España ha tenido 14 ministros de Sanidad, si se contabiliza al ya nombrado Illa y a Fátima Báñez, quien se responsabilizó interinamente de la cartera durante menos de tres meses. La cifra equivale a decir que desde 1996 ha habido un ministro de Sanidad cada poco más de 20 meses. Al llegar al 21, el dimitido o cesado daba paso a otro, y así sucesivamente. La fiebre del ministro sanitario fugaz ha afectado por igual al PP y al PSOE, y ha contribuido enormemente a la falta de una agenda de reformas a medio y largo plazo que contribuyan a apuntalar un modelo golpeado por la insuficiencia presupuestaria. Porque, ¿cuál es el modelo sanitario del PSOE? ¿El que presente Illa cuando logre aprenderse los intríngulis del sector? ¿El que dibujaba Carcedo? ¿El que defendía Trinidad Jiménez en la anterior etapa de Zapatero? ¿El que aplicó Susana Díez hundiendo la Sanidad andaluza?

Source: A tu salud