El 10 de octubre de 2004 falleció, por paro cardíaco, Christopher Reeve, actor que representó al Hombre de Acero en cuatro superproducciones a color en las que, de 1978 a 1987 enfrentó a malhechores, como el temible Lex Luthor.

Los efectos especiales eran tan buenos que, aun sin el uso de computadoras, el vuelo de un ser humano parecía real. Por ese logro, la cinta recibió un Óscar.

Christopher Reeve estuvo nueve años en una silla de ruedas tras caerse de un caballo el 27 de mayo de 1995 cuando participaba en un concurso de salto de obstáculos en Culpeper (Virginia). Al superar uno de ellos, el caballo del actor cayó de cabeza, ocasionándole una caída que le fracturó dos vértebras cervicales. Inmediatamente después, fue operado de urgencia.

Tras salvar la vida, los médicos le dijeron que no volvería a moverse nunca más. Con el tiempo, y gracias a un esfuerzo sobrehumano, más propio de un héroe de cómic que de un ser humano normal, solo pudo recuperar la movilidad en varios dedos de la mano izquierda.

Antes de sufrir el accidente, había sido el fundador de Coalición Creativa, un grupo de ayuda a la gente sin hogar. Ene estado tetrapléjico, multiplicó esfuerzos para crear la Fundación Christopher Reeve para la Parálisis, dedicada a la investigación de tratamientos para curar lesiones medulares.

Fue condecorado con la Orden Bernardo O’Higgins por su defensa de los actores chilenos durante el régimen militar.

Enrique Rondón Nieto / Informe 21