Disney convierte los deseos en realidad con "Aladdín"

Disney convierte los deseos en realidad con "Aladdín"

Veintisiete años después de la versión original, los estudios se arriesgan a lo grande y adaptan en imagen real la historia del pícaro ladrón, esta vez bajo la dirección del inglés Guy Ritchie

Disney convierte los deseos en realidad con "Aladdín"

Veintisiete años después de la versión original, Disney se arriesga a lo grande y adapta en imagen real la historia de Aladdín, esta vez bajo la dirección del inglés Guy Ritchie.

Una apuesta fuerte si se toma en cuenta que la película animada de 1992, a cargo de Ron Clements y John Musker, conquistó dos premios Óscar y dos Globos de Oro a Mejor Banda Sonora, entre otras distinciones más.

En esta ocasión, Ritchie se apoya en un guion escrito por John August y Vanessa Taylor, en el que el realizador también tomó parte. Una tarea titánica.

Para quien todavía tiene fresco el filme animado protagonizado por Scott Weinger, Robin Williams, Jonathan Freeman y Linda Larkin los primeros minutos son una prueba: se analizan las actuaciones de Mena Massoud (Aladdín) y Naomi Scott (Jasmín). El canadiense brinda una versión del joven ladrón que a ratos hace pensar si el personaje animado es más carismático que él y la indio-inglesa una propuesta más feroz y menos edulcorada que la princesa de los 90. Ni hablar de la escogencia de Marwan Kenzari como Jafar. ¿El holandés reunía todos los requisitos para encarnar al despreciable villano? ¿La edad? ¿Los rasgos? ¿El temple? Y aunque no se espera que los actores sean réplicas exactas de los dibujos, sus colegas protagonistas se asemejan con mayor exactitud a los roles que viven en la memoria de los niños que vieron la película hace casi tres décadas.

Todas las dudas parecen disiparse y la historia cobra sentido una vez que el intervenido tecnológicamente Will Smith sale de la lámpara para dar vida al irreverente Genio. Sí, los efectos pesan pero la estrella hollywoodense le presta sin egoísmo su carisma a la entidad encargada de conceder deseos.

La historia es la misma, pero con algunas variaciones contemporáneas. El Sultán (Navid Negahban) busca un príncipe que se case con su hija, pero a diferencia de la original Jasmín está convencida de que tiene el criterio y la fuerza suficiente para gobernar los destinos de Agrabah.

Disney no quiso dejar cabos sueltos en el Aladdín de Ritchie en lo que se refiere a la apuesta musical y como fórmula ganadora no se cambia, no se quedaron por fuera los clásicos del multiganador del Óscar, Alan Menken, en cuya banda sonora son infaltables Noches árabes, Un amigo como yo y Un mundo ideal. ¿Y cómo podría hacerlo si el último tema se llevó el Premio de la Academia como Canción del Año en 1992 y fue la primera balada de los estudios en ascender a la cima de la lista Billboard Hot 100? Todo ello acompañado de su correspondiente complemento en el baile, cuyas coreografías hicieron un guiño al cine de Hollywood.

En plena época del Movimiento Me Too y en el que está vigente el empoderamiento femenino, Disney muestra (a pesar del momento histórico en el que se desarrolla la trama) a la princesa Jasmín como un ejemplo para los niños y adolescentes de la actualidad. Los espectadores se irán de las salas de cine con una sonrisa de oreja a oreja y el deseo de volver a ver Aladdín, ya que a final de cuenta son 128 minutos que pueden disfrutarse en compañía de amigos y de todo el grupo familiar.

Fuente: El Universal

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Source: Informe21