1. No limpias tus accesorios

Los sombreros, las bufandas, los teléfonos celulares y las gafas de sol están cubiertos de sudor, residuos de maquillaje y restos viejos de piel y cabello, que son los principales culpables de la aparición de acné. Prueba lavar y desinfectar tus accesorios al final del día para evitar las espinillas tan molestas.

2. No usas crema hidratante

A menudo pensamos que el acné es el resultado de la piel grasa y omitimos la crema hidratante para evitarlo. Esto es un error porque omitir este paso provoca que tu piel produzca más sebo y se formen nuevos granitos. Así que recuerda siempre mantener la rutina de usar tu crema hidratante.

3. Tus brochas están sucias

Limpiar las brochas de maquillaje es tan importante como eliminar la base y el delineador de nuestro rostro todas las noches. Debes recordar hacerlo periódicamente para deshacerte de las bacterias que allí se alojan, pues son las que producen el acné.

4. No cambias la funda de tu almohada

Dormir con una almohada con la funda sucia puede provocar la aparición de granitos en todo el rostro. Las bacterias de la piel suelen alojarse en la tela de la funda de la almohada y transferirse a tu rostro cuando duermes. Asegúrate de lavar la funda por lo menos una vez a la semana para prevenir los granos.

5. Tomas refrescos muy azucarados

A veces nuestra dieta tiene mucho que ver con la aparición de los granitos del acné. No nos damos cuenta, pero consumimos alimentos que tienen una gran cantidad de azúcares y endulzantes artificiales, y favorecen la aparición de granos.

6. Nunca te quitas el maquillaje

La limpieza del rostro es fundamental antes de irnos a dormir. La principal razón es que debemos quitar todos los contaminantes que adquirimos durante el día. Además, dejar mucho tiempo los cosméticos sobre la piel obstruye los poros y esto, como consecuencia, propicia el acné.

Fuente: vix / MF