Embellecer, reciclar y ahorrar: el deseable y posible 3×1 de la decoración

Embellecer, reciclar y ahorrar: el deseable y posible 3×1 de la decoración

Lograr un ambiente vanguardista o poco convencional a partir de cosas que ya no usamos, es asunto de atrevernos y casi infinito en posibilidades.

Se trata de cuidar el bolsillo y retar la imaginación

El rápido ritmo de la vida no nos deja ver que aquello que se queda en el depósito de los trastes puede tener una segunda y fantástica oportunidad.

No necesariamente tiene que ver con la función que ese elemento desechado tuvo en su momento, pero sí para otras aplicaciones útiles en la casa y hasta en la oficina.

Un caso típico de ello son las puertas. Ese elemento que nos permite tener privacidad de un lado a otro; pueden convertirse en infinidad de nuevos elementos u objetos, jamás imaginados, que van desde muebles de patio hasta mobiliario de habitación o sus complementos.

No necesariamente tiene que ser tuya, el ojo de quien sabe hacer bricolaje detecta en casa ajena lo que necesita para sí mismo, es decir en la suya.

Esa vieja puerta que desmontó y sustituyó por una puerta corrediza para ganar espacio puede convertirse desde una maceta hasta en percheros, todo cabe en la viña de las puertas, nos comenta un especialista en diseño de interiores y ambientación.

Con un par de soportes, puede ser una formidable mesa de trabajo para el patio de la casa, en ella se colocarían esas herramientas que nos ayudan a mantener el jardín o nos brindaría apoyo en las iniciativas artesanales, cuando nos animamos a explorar nuestras habilidades y a inventar.

De igual modo puede encontrar prácticas aplicaciones en la oficina. Cortadas y seccionadas, las puertas sirven para crear un estante y ayudar a poner orden.

DINERO Y RECURSOS, ECONOMIZAR U OPTIMIZAR

Comprar un mueble puede ser una inversión que podemos ahorrarnos, si encontramos cómo fabricarlo.

Para realizar una repisa solo falta una puerta pequeña, algunos L-brackets, que es donde quizá gastemos más y aplicar o adherir correctamente a la pared. Nada complicado, si se le ve por el lado positivo.

Solo basta colocar la tabla, presentarla, medir la incisión de los huecos en la pared, colocar los L-brackets en la medida perfecta, taladrar, fijar y listo.

Tienes menos trastes regados y un nuevo lugar en el que organizar todos los elementos que estaban desperdigados por allí.

Otra cosa en la que puede ayudar una puerta vieja, además de organizar, es crear un perchero de una forma tan rústica que puede resultar encantadora.

Allí se pueden colocar desde chaquetas o llaves en la entrada de casa, hasta tazas o paños en la cocina. Tan solo basta anexarle unas extremidades donde colgarlos, pensando siempre cual es el sentido que quiere dársele.

Solo falta un poco de voluntad e ingenio para trabajar en función de entretenerte y ahorrar un dinero con lo que ya descartaste.

A los efectos de esta nota, las puertas desechadas son solamente un ejemplo. El look que podemos alcanzar en nuestros espacios con materiales y cosas recicladas es casi infinito.

GF/EDC

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Source: Informe21