Ellas fueron imprescindibles
A nadie sorprende hoy encontrar al frente de una oficina de farmacia, en la dirección técnica de un laboratorio o en puestos de responsabilidad corporativa farmacéutica a una mujer. Pero no siempre fue así. Hasta bien finalizado el siglo XIX, la situación actual era impensable. La sociedad no estaba aún preparada para que la mujer desempeñara un rol distinto al que tradicionalmente se le tenía asignado. Promover el cambio de mentalidad no fue un camino fácil; sólo desde el verano de 1888, a través del permiso individualizado y, desde 1910, de manera regulada, las mujeres pudieron aprender en las aulas universitarias las destrezas y conocimientosMostrar más