Shohei Ohtani lanzó su botella de agua hacia el bote de basura del camerino y falló. Aterrizó en el recipiente de lavandería. Se echó a reír, mostró una enorme sonrisa como a menudo hace, y luego retiró la basura y la colocó en el lugar adecuado.

Ohtani no cambiaría la manera en que manejó su lesión en el codo a finales del año pasado, al continuar bateando para los Angelinos hasta que la temporada terminó, incluso si eso significó retrasar la cirugía reconstructiva y su capacidad de lanzar de nuevo hasta 2020.

“No tengo arrepentimientos por lo que sucedió el año pasado. Eso es lo que el equipo pensó de mí, el plan”, dijo Ohtani a través del intérprete Ippei Mizuhara. “Al final no funcionó, pero aun así no me arrepiento”.

El vigente Novato del Año en la Liga Americana se está recuperando de la cirugía Tommy John a la que se sometió el 1 de octubre, con la esperanza de que podrá batear en la alineación de los Angelinos tan pronto como mayo si todo continúa conforme a lo programado.

“Hay mucha variantes. Esa es la meta a la que estoy apuntando, pero podría haber algunos contratiempos aquí y allá”, señaló Ohtani. “Si no, eso es lo que estoy intentando lograr”.

En Tempe, la escena del miércoles estuvo muy lejos de un hace un año cuando Ohtani se presentó al entrenamiento primaveral con mucha fanfarria y enfrentó a un enorme contingente de los medios de comunicación de su país que seguía todos sus movimientos. Por ahora, la estrella que lanza y batea ni siquiera está en el terreno ya que se entrena en el interior.

Incluso en su segunda vez en un campamento de primavera, “me siento tan nervioso como el año pasado, mi primer año”, aceptó Ohtani, quien tuvo marca de 4-2 con efectividad de 3.31 en 10 aperturas como lanzador. Jugó 104 partidos en total en su año como novato, con promedio de .285, 22 jonrones y 61 producidas. AP

Source: Meridiano