Manuel García Velázquez / @ManuelGarciaVe

Desde tempranas horas de la tarde los fanáticos de Cardenales de Lara hicieron fila para tratar de adquirir las últimas entradas para el primer encuentro de la final de Liga Venezolana de Beisbol Profesional ante a Caribes de Anzoátegui en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Mientras los bates crepusculares se colocaban a tono en la práctica de bateo, aficionados de los pájaros rojos se agolparon frente a uno de los portones que dan acceso a las taquillas del recinto en busca desesperada del boleto de acceso. 18.107 personas llenaron el recinto y es la máxima asistencia de público esta zafra para los dirigidos por José Moreno.

“El fanático de Cardenales tiene ganas de disfrutar buena pelota de ver a su equipo quedar campeón y por eso esperamos un buen respaldo durante la serie final. Los muchachos están enfocados en dar un buen espectáculo y ganar los encuentros necesarios para dar esa alegría a nuestros aficionados que siempre están respondiendo, no solamente durante los playoffs toda la temporada nos han acompañado”, afirmó el gerente general del equipo Carlos Miguel Oropeza.

Con la emoción característica de un aficionado orgulloso de su equipo John González pasó por el torniquete que da entrada al estadio y comentó que está temporada es diferente: “El año pasado no teníamos un equipo tan sólido como esta temporada, nuestros abridores están mucho más enfocados. Estoy desde temprano en el estadio para poder entrar porque si no era imposible llegar al primer inning”.

A la hora del primer lanzamiento de Junior Guerra 6:04 PM frente a Rafael “Balita” Ortega líder de la alineación oriental, las colas en las afueras del hogar de los pájaros rojos no cesaban. El serpentinero Néstor Molina, quien será el encargado de abrir el juego cuatro de la serie en Alfonso “Chico” Carrasquel se tomó la libertad de salir fuera cueva para compartir y tomarse fotos con los aficionados que ya estaban entrando por los vomitorios.

“Le debemos mucho a esta afición que ha venido todo el año a apoyarnos y darnos su calor. Estamos comprometidos con el equipo y con esos fanáticos que tienen ganas de celebrar un campeonato espero sé nos dé por ellos”, afirmó Ildemaro Vargas, quien afronta su segunda final con Cardenales.

La afición anoto la primera rayita

Tres horas antes del choque las entradas estaban totalmente vendidas que tenían un costo de la VIP Gold 325.000 bolívares, VIP Premium 250.000, central en 200.000 y lateral 150.000. “Compré mi entrada un día antes porque era imposible comprarlas hoy (ayer) todos queremos ver a nuestro equipo ganar y lo haremos, hubo que hacer sacrificios pero lo logramos aquí estamos a ligar una victoria y el campeonato”, comentó Carlos Martínez, aficionado crepuscular desde que tiene uso de razón según explicó.

Los puestos de comidas se abarrotaron desde tempranas horas de la tarde, los diferentes locales tenia ofertas diversas en sus comidas. Una hamburguesa los fanáticos tenia precios que iban desde los 120.000 bolívares hasta 250.000. Un perro caliento estaba en 90.000, una bebida gaseosa tenía un costo de 20.000 y una bebida espumosa 35.000.  

“Venir al estadio es un lujo para nuestra economía familiar hoy en día, pero nosotros estamos aquí para apoyar al equipo y verlo salir campeón aquí en el estadio tenemos diferentes ofertas y lo principal es que coman los niños luego nosotros resolvemos con algo, la ilusión que tienen ellos vale todo en este momento”, apuntó Alberto García, quien estaba acompañado de su esposa y sus dos hijos.

El Antonio Herrera Gutiérrez lució un lleno total en el tercer tramo cuando Cardenales estaba abajo en la pizarra, sin embargo cada ataque crepuscular era celebrado con euforia por cada uno de los espectadores que asistieron con la esperanza de obtener un campeonato que la campaña pasada les fue esquivo frente a las Águilas del Zulia.

Source: Meridiano