Un laberinto de ramas, nueva obra del escultor Patrick Dougherty

Un laberinto de ramas, nueva obra del escultor Patrick Dougherty

La apariencia ruda y tosca de las ramas se desvanece cuando se trata de un proyecto del escultor estadounidense Patrick Dougherty, quien por estos días elabora en Miami una escultura de grandes dimensiones en la que los visitantes «podrán perderse y explorar».

Patrick Dougherty, a quien apodan «Stickman» por sus reconocibles esculturas a base de ramas, explicó a Efe que este nuevo trabajo que comenzó a principios de mes consiste en una laberíntica escultura hecha a partir de ramas de árboles jóvenes y sin ningún tipo de cuerda o alambre que las sostenga o que una sus partes.

«Es muy estable, no hay nada que la tumbe», afirmó Dougherty, quien añade que las ramas, entrecruzadas y retorcidas, forman una estructura en la que la gente puede explorar incluso desde el interior de la misma.

«Los visitantes podrán atravesarla desde diferentes entradas e incluso perder a sus hijos por un minuto», bromeó Dougherty, cuya obra ha de integrarse a partir del 30 de noviembre, cuando sea presentada, con el entorno de Pinecrest Gardens, un jardín botánico ubicado al suroeste del centro de Miami.

Entre las ramas dobladas en las formas y direcciones que exige su naturaleza, unos huecos que simulan ventanas crearán «curiosidad» y evitarán que los visitantes «se sientan atrapados» en esta construcción efímera, que puede durar hasta 2 años antes de marchitarse del todo, explicó el artista, de 72 años.

Tras 35 años de trabajo, Dougherty tiene dominado cómo dar un nuevo uso a las ramas que obtiene de viveros o que se desechan tras «una gran tormenta», y que el escultor siempre moldea y retuerce, amparado en la flexibilidad innata de la materia que utiliza para un propósito artístico.

En este caso, con el jardín botánico de Pinecrest Gardens como escenario, Dougherty levanta esta estructura arquitectónica formada por unas 10 toneladas de ramas de árboles jóvenes, los que ofrecen mayor flexibilidad, que ha traído desde una granja de Nueva York en vista de que las ramas de los árboles de Florida se rompen con facilidad.

El escultor no elude la dificultad que entraña encontrar el «material perfecto» que sirva para la construcción de sus figuras, que en Estados Unidos ya suman 285 y algunas de ellas se han exhibido en el Museo Nacional de Historia Natural o en la Galería Renwick.

En la pieza de Miami, que como muchas suyas implica una cuota de improvisación, reconoce que aunque la estructura base la va rellenando con ramas de diferente tamaño y grosor, con ayuda de un centenar de voluntarios, todavía no sabe cuál va a ser el resultado final.

«Hago decisiones todo el tiempo sobre cómo los proyectos deberían ser, pero vamos descubriendo porque es parte del proceso», reveló.

La directora de Pinecrest Gardens, Alana Pérez, reconoce que uno de sus sueños fue traer al jardín botánico a Dougherty, porque es un artista «muy significativo y especial», cuyas obras sobresalen por su estética y por la manera en la que el artista «hace música con ellas».

Ubicado en un apacible suburbio del suroeste de Miami, este jardín botánico fue una de las zonas afectadas por el paso del huracán Irma en septiembre, producto de lo cual el sitio quedó destruido y se perdió mucha vegetación, comentó la directora.

«Llevábamos planeando este trabajo con Dougherty desde octubre de 2015, y después de Irma todo el espacio cambió», recordó Pérez, quien dice sentirse esperanzada porque la exhibición de la estructura «traiga de nuevo la vida al jardín» .

El proyecto, financiado por la Fundación John S. y James L. Knight y cuyo patrocinador es TotalBank, coincidirá con la feria de arte contemporáneo Art Basel Miami Beach, que se celebrará en esta ciudad del sur de Florida del 7 al 10 de diciembre.

EFE / LR

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Source: Informe21