Cereales integrales y semillas: linaza, girasol, lino, almendras. En general, estos pequeños alimentos proporcionan proteínas y son una importante fuente de antioxidantes. No sólo ayudarán a la salud de tu busto, sino de tu cuerpo en general. No es recomendable su consumo diario ni en altas cantidades, pero un puñito cada dos o tres días te será de mucho beneficio.

Grasas buenas: aceite de oliva, pescado, aguacate, aceite de coco. Como lo mencionamos arriba, la grasa conforma gran parte de las mamas. Sin embargo, si tu intención es agrandarlas, sólo conseguirás perjuicios a tu salud si consumes alimentos altos en calorías y grasas saturadas. Las denominadas «grasas buenas» son necesarias para nuestro organismo y vitales para su buen funcionamiento. Procurándolas podrás lograr un ligero aumento de volumen.

Lácteos: leche, yogur, queso. Aunque hay opiniones encontradas en este punto, los especialistas apuntan que los lácteos son buenos para aumentar los niveles de las hormonas estimulantes del crecimiento de los senos. Sin embargo, no olvides que dichos alimentos pueden tener un alto contenido de azúcares y otros conservadores que pueden más bien dañarte.

Hierbas y verduras: perejil, hinojo, col . «Si es verde, es sano», dicen por ahí. Las verduras y las hierbas como el hinojo o el perejil, contienen altas cantidades de flavonoides, esta propiedad de los vegetales también ayuda al crecimiento de los senos.

Debes tener en cuenta que el aumento de estrógenos y fitoestrógenos, pueden afectar el orden hormonal de tu cuerpo y las variaciones desmedidas pueden traer consecuencias adversas a tu salud; por eso, debes ser cuidadosa con tu consumo y claro -las comas o no- hacerte chequeos regulares.

Fuente: Corazón

LR